Caserío vasco convertido en casa de verano a principios de siglo XX.

El caserío se conoce por su uso como casa de verano desde finales de siglo XIX. Sus características arquitectónicas y su pasado burgués-industrial le deben su nombre. Construida a mediados del siglo XVIII, la casa ha ido cambiando a lo largo de los siglos para convertirse en una casa aburguesada de verano vasca. Un gran jardín arbolado rodea el edificio, con ejemplares de más de 100 años. Es un jardín de diseño inglés, con toques indianos como la palmera y el magnolio. La casa tiene una gran cubierta vegetal de hiedra y glicinia así que cada estación del año es completamente distinta a la anterior. Invierno el jardín queda desnudo sin hojas así como la fachada; otoño con mucho colorido amarillo y ocre, primavera florido con la fachada llena de glicinias moradas y blancas y en verano, un manto verde cubre las paredes. Una de las cosas que más llaman la atención del exterior es su gran piscina de los años 70, con una decoración de rosa de los vientos. De esta época es también la terraza acristalada del salón, cuando se reafirmó su identidad como casa de verano. Hay tres entradas por las que acceder; entrada principal al portalón, entrada al salón acristalado y pequeña puerta de servicio que da a la escalera. La casa tiene dos plantas que funcionan de distinta manera. En la planta baja hay un portalón antiguo con suelo de piedra que hace de entrada; de ahí se accede a un pasillo de baldosa hidráulica con entrada al gran salón de 90m2. Este espacio tiene una zona acristalada y al ser espacioso puede acoger varios escenarios diferentes. También desde el portalón se accede a una pequeña capilla con altar. Del pasillo también se accede a una cocina amplia,un baño y habitación adaptada para personas de movilidad reducida.. Para acceder a la segunda planta la casa cuenta con unas escaleras de madera con un bonito pasamanos. En la segunda planta encontramos una biblioteca antigua familiar que conecta dos habitaciones, haciendo un espacio contiguo de tres habitaciones si se desea. Tenemos también otras cuatro habitaciones más, dos de ellas bastante espaciosas. La casa intenta mantener el aire burgués de principios de siglo, con muchos muebles originales, cuadros y decoración. Los suelos son originales; piedra, madera, baldosa hidraúlica.... La madera de la casa es original, así como sus ventanas y balcones antiguos lo que aportan mucho carácter al inmueble.