Complejo rústico en plena naturaleza

Complejo rural formado por varias edificaciones ubicadas en un entorno de naturaleza. El edificio principal es una vivienda de dos plantas que cuenta en la planta baja de un salón con chimenea francesa, un baño, una cocina cuyo centro es una cocina bilbaína y un almacén, se accede por una escalera a la segunda planta cuyo salón distribuye cuatro habitaciones y un baño. La superficie de cada planta es de 80 m2. La fachada de la planta baja de la vivienda tiene muros de piedra vistos y la planta superior tiene una terminación en pintura. De forma independiente, hay otra vivienda realizada en mampostería que está compuesta por tres recintos en planta baja, uno de los cuales fue una cocina antigua por lo que existe un horno realizado en piedra en uno de los muros y una lareira, antigua cocina realizada en piedra, en el medio de la estancia. Se accede por una escalera de madera al piso superior formado por una estancia abierta. Las otras edificaciones que forman el complejo son un hórreo de piedra, un garaje realizado en piedra para dos vehículos, varios porches con espacio cubierto y una edificación de 50 m2 que cuenta con otra lareira y un almacén. También cuenta con un antiguo lavadero realizado en piedra. El patio une las diferentes viviendas en cuyo centro se encuentra el hórreo y una mesa redonda todo realizado en piedra y con vistas al jardín. Las edificaciones se ubican en una parcela de 5.000 m2 en las que nace una fuente natural que desemboca en el río. La finca posee diversidad de árboles frutales y castaños. Al fondo de la finca y al borde del río se encuentra un antiguo molino sin restaurar.